jueves, 20 de mayo de 2010
nacida en el mismo lugar que la rabia
De mi boca salen grandes frases y lloro. Es como si vomitara un poco cada día. El terremoto está lejos, es un puntito gris. Pero yo todavía estoy echando raíces. Me falta mucho para florecer. El florecimiento es otro puntito gris. Y yo estoy en el medio. Nada me motiva demasiado. Un poco sí, pero no demasiado. En mis cuentos siempre aparece la palabra intensidad. Necesito ser sacudida. Sexo salvaje, situación límite, precipicio. Pero terremoto no, de nuevo no. Eso seguro. No tengo ningun don.
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