miércoles, 27 de abril de 2011

Personaje secundario

Me pasa a buscar un niño rubio. Me hace acordar a alguien. Me dice que es muy celoso. Hermoso. Pienso que nunca voy a salir con un señor. Mis fantasías se mezclan con sus piernas. ¡Es el principito! Qué lindo es acordarse de algo nublado. Neblina que no me deja apreciarlo. El amasa, roza, no hace esfuerzos. Yo soy una piedrita mojada, violeta. Violento es mi andar. Su pelo tiene forma de arrorró. Lo imagino de grande. Arropando a sus hijas. No va a tener varones, eso es seguro. Me preocupa la seguridad de mi barrio, deberíamos mudarnos juntos. Farsa. Flequillo dorado. Le falta la corona. Crustáceo. ¿Por qué no cierra la boca cuando come? Langosta. Bebida. Yo, embebida. Beoda. Trato de disimular mi panza. La belleza está de su lado. Definitivo. "Sí" a cualquier cosa que me diga. Pero sólo de la boca para afuera. Mi interior es sólo mío. No me alcanza con compartir el cielo. Quiero la luna llena, gorda. De a poco me desarmo. Derretida. Estoy por todas partes: encima tuyo. En el suelo, en la luna. No me acuerdo de tu nombre, niño de rubios cabellos. Epíteto. Epicentro. Estoy en el centro ¿de la ciudad? Querés algo, pero no te conozco, entonces no sé qué. Desaparezco y el punto de vista cambia. Ahora vos sos el protagonista.

Hamaca

La una de la mañana no es un buen horario para trepar al árbol que se ve por mi ventana. Repetir los versos de un poema feo es una actividad que atrae a una nena. Su cutis delata su edad. Arrugas en las manos que se aferran al continente que no crece como los animales. Un arranque de soledad es compartido por dos tigres blancos. Los pelos no son parte del juego. Más vale tener un pájaro en la mano que no tener ninguno. Un gato quiere ser león pero no sabe que ese deseo es como querer saltar de un avión que no se mueve. Pedir deseos en la cresta de la ola lleva a recibir muchos mensajes por carta. El amigo de un oso polar puede ser humano. Ya sé lo que se viene. No todo, pero algo sé. No me gusta saltar la soga, prefiero que me hamaquen. Subo muy arriba como si el mar me llevara. Los pensamientos que tengo cuando estoy arriba son muy distintos a los que tengo abajo. Ruido y movimiento. Miramiento. Aspavientos. Viento. Y ahora, guardo silencio.

jueves, 14 de abril de 2011

Preparatoria

Hurgar y hurtar son extremos que te fascinan. Hablaste de la presidenta ¡Esos son votos! Me dijiste pero yo entendi bótox y actué todo el día como si hubieras dicho eso. Pensé muchas cosas concretas sobre vos que no pensaba desde los diecisiete. A veces creés que sos dueña de los objetos, pero ellos nacieron antes. Hablás de que alguien estiró la pata tomando vitamina C y yo pienso que no sé que es un taburete. ¿Será demasiado? No me hagas hablar de tus encías que mucho tienen que ver con vos. De tu remerita de terciopelo sí quiero hablar. Dar una clase sobre el terciopelo y los hombres. Podría si quisiera. Haría reír a los alumnos. Cristina se hizo bótox. Eso pensé antes de dormir.

viernes, 8 de abril de 2011

Deseo (o poema que ya publiqué pero me gusta mucho)

El está acostumbrado
a querer ser
una paloma

Juego

Mis mamas tienen alas. Alan es judío por elección. Los astrólogos suelen ser chismosos. Copiarse vale siempre que se trate de un examen. Copiar a un gordo cuando come es tonto o placentero. El teatro debería tener subtítulos. Enfrentarse a los problemas no siempre dan ganas. Fumar como si no fuéramos bebés me acerca a ser taxista. ¿Si no juego cuando quiero entonces juego cuando riego? Los adjetivos no ayudan a nadie. Hay mucha gente que se divierte. Si me dicen que me divierta me da vergüenza.

Punto final

Enjabonarse es una doble acción. Brillar no es difícil si se hace en la oscuridad. Cualquiera puede ser una estrella de día. Lo que no se ve no se ve. ¡Qué lindos son los deportes cuando uno los mira de afuera! A veces desnudarse hace bien. Los pupitres desnudos o los desnudos en un pupitre no son la misma cosa. Las chauchas y las arvejas sí lo son. Punto final. Nadie se va hasta que no confiesen. Perder generalmente la generala no es grato. Vuelvo al jardín y pienso en lo que hice.

escritos en siete segundos

1. Láminas de tiempo sobran en mi cuarto cuando una nena llora por su pelo rosado. Fluyen a veces pero eso no es río. Rápido que las señoras sueñan con ser madrinas. Juegan los hombres a pescar en su cabeza un pedazo de comida porque si no corren los chicos no se puede pensar. Ay qué vivos los peces que no saben flotar, si no respiran cómo pueden llegar a ser adultos. 2. Cruzadas de brazos las hadas no dejan de filmar. Cacarean los demás como siempre. El solo de la guitarra empieza ya. Nunca digas que tu nieto es actor. La palabra solemne te dispara muchas minitas. Salis de la frente que tiene arrugas de pintor. Pensar es divertido cuando no sos grande. Subis la pileta de lavar platos y empezás a estar atento. Nota mental: seguir modelando. 3. Fuego es una palabra. Cruzar un puente que se rompe es de película. De favor que se le hace a un tío. Envidia es un estribillo. Sombrero no es de padre, es de cura. La varicela, no gracias. Bravos son los pelos que quedan en la afeitadora. Licuadoras eran las de antes. Qué linda sos. 4. Cantando con la pluma en la boca. Entonces diría un poeta: no se puede mentir así nomás, me lavo los dientes con algo que no es pasta. La hermosura es a veces peor que lo frío. Envuelvo tus manos como si fueran propias pero mi suerte no me deja en paz. A veces creo en tu doble personalidad pero el final esta lejos como mis dientes.