lunes, 17 de diciembre de 2012

la princesa y el carpintero


Se siente encantado
y la necesita.
Abraza con cariño
a su princesita

Ella lo abraza sin entenderlo
“Yo no lo quiero”,
llegó a creerlo.

Un día llovió en el cuarto de ella
Él dijo “bonita, te llevo un paraguas”
“Yo no lo quiero”, le dijo Doncella
“Me gusta sentir el río en mi enagua”.

El le hizo caso, siempre lo hacía.
Ella sintió que su poder crecía.
La soledad fue siempre su mejor amiga,
el agua en su cuarto subía y subía

A la madrugada, mientras todos dormían,
Doncella sintió que de pronto caía.
Caía en un pozo con cama y todo.
Pensó que ella sola saldría del lodo

Entonces ¡lo hizo! Ella solita
Finalmente pudo encontrar la salida.
Era una puerta muy chiquitita
Que halló justo antes de verse vencida

Lo que él no le dijo es que esa puertita
la puso él un día por si el agua entraba.
Nunca lo hablaron, pero Princesita
sintió que en el mundo alguien la amaba

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