Llovimos juntos
En el espejo, de la mano
Llovimos sin preámbulos
en nuestro encuentro frugal
Llovimos de día y los colores desplumados
arrancaron los vidrios del espejo
y detrás había:
la nada
Era eso, nosotros.
Plumas reflejadas
y lluvia
Nada tiene más sentido
que la superficie
espejada
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