lunes, 24 de marzo de 2008
un buen abrazo
es de las mejores cosas que se pueden recibir. y dar. el que recibe se abre a lo que no sabe todavia qué es y el que lo da se abre dejando salir todo y cuando ya se entiende que ambos estan abiertos es como si hubiera un canal entre los dos pechos que esta abierto y que fluye y ya no se sabe quien se abrio a quien porque todo esta abierto y puede durar para siempre. hasta que se agota o se cierra el que da o el que recibe. es una experiencia que no siempre se vive al abrazar, sino que se vive al abrazar en serio, propiamente dicho.
lunes, 17 de marzo de 2008
Sala de 3
Morirse es un crayón con gusto rojo. Lo muerdo como a mis papás. Los imagino como brujos pero sin armas. Dibujo a mi familia afuera de la casa porque tenían calor. Hay: esponjas, burbujas, témperas y algodón. Y ruido y sabor a té con leche en vaso naranja. Adentro mío, una nena salta en una cama elástica que parece un colchón gigante. Todo tiene el olor del pelo recién lavado con mucha crema de enjuague. Y afuera todos usan cinturones apretados y escuchan canciones de amor. Pienso que soy un superhéroe y todas gustan de mí. Grito muy fuerte hasta que la nena se cae del colchón y me pide que le haga las trencitas para mirar a los grandes hacer coreografías sincronizadas. Cuando uno se equivoca llora y la nena lo lleva a dar la vuelta al mundo. Ella pone sus propias reglas. Se siente una guerrera y cuando es su cumpleaños le gusta ponerse tacos y bailar toda la noche hasta que siente gusto a sangre en la boca. El inglés la hace sentir segura. Suena el timbre y todos los nenes lloran con mocos. Como si fueran instrumentos. Un pincel por el cuello es el placer. Las maestras son violencia. Y la nena tiene brazos y cuerpo que son suyos.
lunes, 10 de marzo de 2008
me encanto
El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.
Julio Cortazar, Historias de Cronopios y de famas.
Julio Cortazar, Historias de Cronopios y de famas.
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