martes, 3 de febrero de 2009

merienda

esto lo escribi estando deprimida a mitad del año pasado y lo acabo de encontrar en mis documentos. me dio ganas de compartirlo al mundo. ja


Sali de mi casa con el deseo de expulsar sustancias de mi cuerpo. Necesitaba gritar, vomitar o llorar. Habia tratado de llorar en mi casa pero no habia podido. Hace bastante que no puedo. Tenía que ir a una merienda cumpleaños. La chica del cumpleaños y yo tenemos una relacion insoportable. A veces siento de su parte una demanda excesiva. No la veo hace meses, ex compañera del trabajo. Pero tenia que ir. Me imaginaba que todos me esperaban como a una reina, que todos se estarian preguntando ¿Dónde está Leticia? ¿Por qué no la llamamos? ¡Es tan inteligente! Pero no, yo no les iba a dar el gusto. No les iba a compartir mi deseo de desaparecer. Iba a llegar hermosa, radiante, increíblemente feliz por haber empezado a trabajar. Sí, si, la verdad me siento bárbara. ¿El trabajo? El mejor que tuve. Crecí un montón todo este tiempo. Sí, lo de Franco se terminó, pero me siento tan libre, tan mujer. Y ellos, deprimidos como siempre. Ya me imagino. Conversaciones de muerte para pasar el tiempo, cantar el feliz cumpleaños en un tono de funeral, todas con sus novios, callados y serios. No. No iba a ir. No me iba a someter a eso. Ya no. Entre a un bar y me pedi un vino. Fume cinco cigarrillos y tome casi toda la botella. Estuve ahí media hora. Ahora sí. Era buen momento para ir a la merienda.

2 comentarios:

mara dijo...

que genialidad.

Marlene dijo...

a rescatar archivos.doc muy viejos!

puede ser intenresante y letal, trágico y hasta gracioso.
yo tengo un par, pero no salen a la luz.
bien tama