lunes, 11 de mayo de 2009

aromas

Un hombre me regalo el olor del verano con su cigarrillo apagado. Le pedí el olor de la primavera pero no me lo supo dar. El verano es mejor me decia. Pero yo lo quería ver fumando en todo su esplendor de flores a la mañana. En verano tambien hay flores me dijo. Pero yo no quería sus flores de verano. No las podía oler. Necesitaba la primavera. Las flores recién brotadas, recién nacidas. Y quería que me hablara en inglés. El francés es más seductor, decia. Pero yo no quería al frances. Las baguettes me dan arcadas. El era todo lo que yo quería pero al revés. Todavía no estaba preparada para tomar sol en bikini. Necesitaba antes pasear por un campo en musculosa rosa. Así que le dije: nos vemos el verano que viene. Y él se fue de viaje.

1 comentario:

Agostina Luz dijo...

encuentros esporádicos y surrealista.s
te tengo que decir una cosa de clarice lispector que pensé para vos,ahora se me fue