martes, 24 de marzo de 2009

una lastimadura

Un chico con una herida en carne viva desea que las cosas vuelvan a tener gustito, color, olor, textura y musicalidad.
Una chica le pasa lisoform y Le regala una sonrisa.
y nada...
el Lisoform no servia para heridas en carne viva.
Un chino se hace amigo de la chica que es adolescente y juegan juntos a las damas mientras el chico se recupera.
Les pregunta si puede jugar, pero el juego es de a dos. Entonces el chico espera.
Es tiempo, nada mas. Le dice el chino. Con las damas es asi, solo hace falta esperar. Y dice la palabra "damas" con un tono mentiroso, desafinado. Es como si lo hubiera estado practicando y el día del estreno no le pegó a la nota. El chico suspira. Suspira de verdad, se manda un suspiro imperfecto, espontaneo. La chica se acaricia la panza que está al aire libre. El chino se exige mirar para otro lado, es un estratega. su tactica es casi imperceptible, pero el chico la entiende. vibran los tres, muy desalmados, desordenados con sus vidas. Cada uno tiene su color, su textura. Pero los tres se parecen en algo y es que tienen la misma edad.